Ha sido interesante regresar a donde viví buena parte de mi vida, sólo para ver a aquellos que consideraba progresistas - incluyéndome - (más que nada por los gustos musicales), mostrarse tan conservadores (la verdad, qué dificil es reconocerme conservador).
Lo entiendo completamente. Ahora tienen (lo siento, tenemos) algo que perder, no lo quieren dejar, y más bien buscan los límites de su explotación (incluso tratan de vanagloriarse de ello). Claro, el poder ciega.
En resumen, el poder sin conciencia, ciega, o como dirían los clásicos: Sin conciencia de clase, el sueño del oprimido es convertirse en opresor....
et le vent du Nord les emporte,
dans la nuit froide de l'oubli.
Tu vois, je ne pas oublié:.
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